El Viaje de Chihiro de Hayao Miyazaki (2001)




Mudarse
a otra ciudad cuando aún se es niño es algo más que cambiar de casa, es dejar
un mundo ya conocido y por lo tanto más seguro, por un destino ignoto, por un
futuro incierto por cuanto tiene de nuevo. Trasladar tu residencia unos cuantos
kilómetros más allá supone también hacer frente a nuevas amenazas, aunque puede
significar al mismo tiempo el encuentro con aliados y amigos inesperados.







Para
la pequeña Chihiro ese cambio es
espectacular, asombroso, magnífico. De la noche a la mañana pasa de la cómoda y
monótona vida familiar a encontrarse sola y perdida en un mundo que no dejará
de sorprenderla, a ella y a nosotros, porque pese a que la película se nutre de
referencias clásicas y conocidas (Alicia
en el país de las maravillas
y A
través del espejo
, o la mitología oriental) es diferente a todo aquello a
lo que el cine fantástico nos tiene acostumbrados. Está repleta de buenos
sentimientos, de optimismo, de confianza en el individuo, pero igualmente cree
en la amistad, en los demás.





Miyazaki, el genial animador japonés,
despliega en El viaje de Chihiro,
como ya lo hiciera en, por ejemplo, Porco
Rosso
y La princesa Mononoke, un
extenso potencial imaginativo. Nos descubre un paisaje deslumbrante en el que
no dejan de pasar cosas, en el que el ritmo de la acción es trepidante y
absorbente. A cada momento conocemos a más y más actores de esta poesía
fantástica que, mediante constantes vueltas de tuerca, se transforman física y
psicológicamente, cambian sus nombres, toman nuevos cuerpos, sus voces se
transmutan. Nada es lo que parece, ni siquiera la propia Chihiro, cuya experiencia a través de este viaje la hará crecer
rápidamente. No se huele aquí ningún tufillo maniqueísta, otro de los
atractivos del filme, hay personajes de cuerpo entero en situaciones
peculiares, seres -por llamarlos de alguna manera- conformados por varias
piezas, complejos como son, que siguen su destino, que evolucionan a lo largo
del medido metraje.







Esta
es la tercera producción del Estudio Ghibli
que se estrenó en España, entre
otras cosas por el premio conseguido en el Festival
de Berlín
, y a pesar de la buena noticia que esto representa (como lo fue
la proyección en algunos de nuestros cines de la también japonesa Metrópolis, de Rintaro) no deja de ser una pequeña isla en las salas patrias,
acostumbradas a estrenar sólo los dibujos animados made in USA. Muchos creen
que es una película para niños únicamente, craso error, créanme, pues es
sencillamente una película, una muy buena película, tan seria, interesante y
trabajada como muchas otras.













TÍTULO ORIGINAL: Sen to Chihiro no kamikakushi (Spirited
Away)


AÑO: 2001


DURACIÓN: 124 min.


DIRECTOR: Hayao Miyazaki


GUIÓN: Hayao Miyazaki


MÚSICA: Joe Hisaishi


PRODUCTORA: Coproducción  Japón-USA; Studio Ghibli / Tokuma Shoten /
Dentsu / Walt Disney Pictures


PREMIOS:    


2002:
Oscar: Mejor largometraje de animación


2003:
Nominada Premios BAFTA: Mejor película de habla no inglesa


2002:
Festival de Berlín: Oso de Oro (ex aequo con "Bloody Sunday")


2002:
Nominada Cesar: Mejor película extranjera


2002:
National Board of Review: Mejor largometraje animado


2002:
Asociación de Críticos de Los Angeles: Mejor largometraje de animación


2002:
Festival de Sitges: premio especial (Hayao Miyazaki). 2 nominaciones

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